LOS SIRVIENTES
La sensibilidad que demuestran los servicios técnicos
y los políticos responsables del departamento de Urbanismo del ayuntamiento de
Oliva (podemos generalizar?), hacia las peticiones de algunos ciudadanos o
empresas es encomiable. Desgraciadamente no es hacia todos los ciudadanos ni
empresas.
Es curioso que en estos últimos años, esta
sensibilidad ha sido mayor en proporción al tamaño de la empresa solicitante.
Al gigante de la alimentación LIDL se le permite
cortar un paseo y realizar una entrada sobre una acera y carril bici, no
sabemos a cambio de qué ni porqué, ya que tenía alternativas que permitían
estos accesos sin alterar la configuración de los viales circundantes y con
mucha menor peligrosidad para peatones y ciclistas que la efectuada. A otro del
miso sector, Mercadona, se le aprueba una modificación puntual de las alturas
en la zona donde se inserta, y se le autoriza el comercio con un diseño de
entradas/salidas manifiestamente mejorable. Además, se le urbaniza de forma exprés
el frente de fachada. Y aún otro monstruo del ámbito de la distribución (AleHop)
se instala en un polígono industrial con una modificación ad hoc de la
normativa para poder construir tres plantas en donde se permitían dos.
Hay tradición en el tema: el celebrado Circuito
Internacional de Equitación, tiene su origen en la ocupación de unos terrenos
al margen de la legalidad. Al igual que la famosa Central de Transportes, insertada
de forma abrupta sobre miles de metros de tierras agrícolas. En las fechas que
se redacta este artículo, éstas han sido vendidas a una multinacional del
sector de la distribución, confirmando así el cambio de uso de los mismos, al
margen del planeamiento vigente.
Eso sí, en todos los casos, las Administraciones,
empezando por el ayuntamiento, han corrido a socorrer a los “pobrecitos”
empresarios, para que consoliden sus negocios, con los parabienes urbanísticos
y legales que sean necesarios.
Hay decenas, si no centenares de ciudadanos y pequeñas
empresas que, en las obras que solicitan, pretenden modificar algunos
centímetros un hueco en fachada, o elevar la cornisa apenas el canto de un
forjado, o reparar o mejorar una casa que tienen para veraneo o para vivir, y,
claro, no sólo se les humilla con unos plazos de resolución “eternos”, sino que
generalmente se les deniega cualquier perqueña alteración del orden establecido
(el que está en el cerebro de la autoridad competente), con cualquier excusa
legalista.
En fin, aunque los partidos gobernantes (con su legión
de adiestrados funcionarios) se llaman “del pueblo”, en el momento que se
invisten de la “autoridad del poder” siguen serviles de las clases más
pudientes, como antaño, como siempre…
JMGP abril de
2023
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