lunes, 22 de mayo de 2023

 

LOS SIRVIENTES

La sensibilidad que demuestran los servicios técnicos y los políticos responsables del departamento de Urbanismo del ayuntamiento de Oliva (podemos generalizar?), hacia las peticiones de algunos ciudadanos o empresas es encomiable. Desgraciadamente no es hacia todos los ciudadanos ni empresas.

Es curioso que en estos últimos años, esta sensibilidad ha sido mayor en proporción al tamaño de la empresa solicitante.

Al gigante de la alimentación LIDL se le permite cortar un paseo y realizar una entrada sobre una acera y carril bici, no sabemos a cambio de qué ni porqué, ya que tenía alternativas que permitían estos accesos sin alterar la configuración de los viales circundantes y con mucha menor peligrosidad para peatones y ciclistas que la efectuada. A otro del miso sector, Mercadona, se le aprueba una modificación puntual de las alturas en la zona donde se inserta, y se le autoriza el comercio con un diseño de entradas/salidas manifiestamente mejorable. Además, se le urbaniza de forma exprés el frente de fachada. Y aún otro monstruo del ámbito de la distribución (AleHop) se instala en un polígono industrial con una modificación ad hoc de la normativa para poder construir tres plantas en donde se permitían dos.

Hay tradición en el tema: el celebrado Circuito Internacional de Equitación, tiene su origen en la ocupación de unos terrenos al margen de la legalidad. Al igual que la famosa Central de Transportes, insertada de forma abrupta sobre miles de metros de tierras agrícolas. En las fechas que se redacta este artículo, éstas han sido vendidas a una multinacional del sector de la distribución, confirmando así el cambio de uso de los mismos, al margen del planeamiento vigente.

Eso sí, en todos los casos, las Administraciones, empezando por el ayuntamiento, han corrido a socorrer a los “pobrecitos” empresarios, para que consoliden sus negocios, con los parabienes urbanísticos y legales que sean necesarios.

Hay decenas, si no centenares de ciudadanos y pequeñas empresas que, en las obras que solicitan, pretenden modificar algunos centímetros un hueco en fachada, o elevar la cornisa apenas el canto de un forjado, o reparar o mejorar una casa que tienen para veraneo o para vivir, y, claro, no sólo se les humilla con unos plazos de resolución “eternos”, sino que generalmente se les deniega cualquier perqueña alteración del orden establecido (el que está en el cerebro de la autoridad competente), con cualquier excusa legalista.

En fin, aunque los partidos gobernantes (con su legión de adiestrados funcionarios) se llaman “del pueblo”, en el momento que se invisten de la “autoridad del poder” siguen serviles de las clases más pudientes, como antaño, como siempre…

 

JMGP  abril de 2023