CRÓNICA DE
UNA MUERTE ANUNCIADA. ¿QUIÉN?
Ella se
despertó, el domingo, a las 8 de la mañana. Como todos los domingos.
Tras un
ligero desayuno, se lanzó a las calles de Barcelona para seguir su ruta
habitual de “footing”.
Era un día
soleado, como tantos. Aunque pronto notó algo diferente en el ambiente. Se veía
agrupaciones de gente, numerosas banderas, colas en algunos lugares, más
policía de lo normal.
XXX era una
persona con sus cosas, sus rutinas, de las que no siguen los noticiarios, que
sabe que lo que importa es lo que uno mismo hace en la vida, sin seguir
consignas. Por esto, le molestaban tanto los políticos como los clérigos, gente
empeñada en ordenar nuestras vidas.
Fatalmente,
al doblar una esquina, cerca de un colegio, sintió un impacto doloroso en el
pecho, perdió aliento… y falleció.
Hasta aquí,
una historia desgraciada, si no fuera porque fue el detonante político de
mayores consecuencias, desde la muerte del dictador.
Fue una bala rebotada, disparada por
un policía, que trataba de contener a la masa enloquecida que lo agredía, a las
puertas de un supuesto colegio electoral.
Fue una bala
despistada, lanzada desde la masa que intentaba repeler la barrera de policías
que se encontraba a las puertas de un supuesto colegio electoral.
Tú mismo
puedes elegir el final de la historia.
XXX fue la
primera víctima de un final largamente anunciado.
Joan M.
Garcia, septiembre 2017