Perdona que te tutee, José Luís, te veo todos los días, y eres como de la familia.
Vaya por delante, que siempre (hasta cuando?) te voté, pues tu talante de diálogo es tu mejor propuesta. Sin embargo, observo que hay temas y cuestiones en las que el diálogo brilla por su ausencia. Me explico.
En tu última intervención ante el Parlamento Europeo, al hacer balance del semestre español, una eurodiputada inglesa comparó a España con un país africano, por el tema de la inseguridad jurídica que padecen ciudadanos con propiedades inmobiliarias en nuestro país. Tú te ofendiste, y lamentabas que, por culpa de la especulación urbanística, hubieran llegado a esos extremos.
Estuve en el Parlamento en el mes de marzo, en unas sesiones dedicadas a la política de Costas en España, iniciadas a raíz de quejas de ciudadanos europeos (españoles o no) por la indefensión que sufren ante el rodillo del Ministerio que arrasa con propiedades, edificios, derechos y todo cuánto se opone a "su política medioambiental". Pregúntale a tu eurodiputado Miguel Ángel Martínez el bochorno que supuso que TODOS LOS GRUPOS POLITICOS del Parlamento (sin excepción) criticaran el modus operandi de la Dirección General de Costas. En este tema, desde luego, no hay diálogo. Se practican políticas que más bien recuerdan a la época franquista. No lo digo porque si.
En mi pueblo ( Oliva de Valencia) se trazó un deslinde en 1947 (¿con qué garantías se hacían las cosas entonces?), que, repetidamente, y a pesar de la época democrática en que estamos, y de los estudios y garantías que se supone que tenemos, se confirma por la Demarcación de Costas de Valencia (tan solo hay que saber las diferencias entre una línea recta y una quebrada para comprender su trazado). Recientemente, y a pesar de las promesas y comentarios de la Directora General Alicia Paz, se deslinda una parte de la playa, anulando derechos urbanísticos en planes de ordenación aprobados por Costas hace un par de décadas.
Como ves, no es suficiente el talante de dialogar que tú tienes, hay que hacerlo llegar a todos les confines y recovecos de tu Administración, que, a la postre, son quienes se enfrentan con el ciudadano todos los días.
Una apostilla más: el respeto al medio ambiente (que, como concepto, todos aceptamos) ¿predomina sobre derechos más reconocidos como la vivienda, el trabajo, la seguridad jurídica? No por ganar más pleitos o por tener más votos (de sobra conocemos políticos de esta índole) se tiene más razón. El respeto a la minoría, a un solo problema de un solo individuo, es lo que nos diferencia de épocas anteriores y de aquellos países que te recordó la eurodiputada.
Un cordial saludo.
Oliva, 9 de julio de 2010
viernes, 9 de julio de 2010
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