Ahora el Sr. Camps se nos declara un VALIENTE, comparándose, ni más ni menos que a "Juan sin miedo". No le teme a nadie ni a nada.
Recordemos la historia: Juan no sabía que era el miedo, y pasaba una prueba tras otra, en castillos, en calabozos, de noche, ante calaveras, frente a monstruos, simpre sin sentir ni el mínimo cosquilleo, confiado en su espada y en su VALOR.
Nuestro valiente tampoco siente el temor. Desde hace años que sortea con todos los monstruos que a un político de su rango se le aparecen: el paro, la economía, la desigualdad, el fracaso escolar... todas esas pesadillas que harían temblar a cualquiera, al Sr. Camps ni le alteran el sueño. Él confia en su espada triunfadora: la ignorancia, la propaganda, la plebe que siempre lo vota, lo adula, lo jalea.
Pero ayer, tras haber decidido los tribunales que lo van a seguir investigando por lo de los trajes, sin que nadie se lo pregunte, él ya lo afirma (excusatio non petita acusatio manifesta): no tengo miedo de nada. ¿Será el pez que bajo las sábanas hizo temblar a Juan?.
Es un capítulo más en esta hisotrieta de nuestro honorable: ha pasado de PAYASO optimista que siempre se ríe, a PAYASO mudo con sonrisa congelada, y ahora a VALIENTE al que no asustan ni las crisis, ni las estadísticas, ni los trajes, ni los jueces. Se vuelve a cumplir la ley de Murphy: siempre nos sorprende para peor.
jueves, 13 de mayo de 2010
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